Los detectores de gases se utilizan principalmente para proteger a los trabajadores y asegurar la seguridad de la planta en la que desempeñan su trabajo. Las instalaciones de sistemas de detección de gases tienen la función de detectar concentraciones de gases peligrosas y elaborar una respuesta rápida ante el posible riesgo (alarma, envío de señal a centrar receptora…). El fin principal de esta clase de tecnología es minimizar las potenciales amenazas para empleados, instalaciones o medioambiente que puedan surgir en entornos como laboratorios o naves industriales.
Detección de monóxido y ventilación
Tienen la capacidad de detectar en todo momento la presencia de monóxido de carbono en un túnel, parking o taller y medir exactamente su concentración expresada en partes por millón. Además, estas instalaciones son capaces de realizar una extracción de humos mediante ventilación o incluso disparar una alarma, todo ello dependiendo de la concentración de CO (monóxido de carbono) detectado.
Sistema de control y evacuación de humos
Hay muchos factores de riesgo además del fuego en un incendio. De todos ellos, el humo es uno de los que más debemos tener en cuenta. Los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos son medios de protección frente al riesgo de incendio regulados en la normativa específica que se aplica en edificios y establecimientos industriales. El humo, por su gran movilidad y su elevada temperatura, favorece la propagación del incendio, pone en peligro la estabilidad estructural y representa un riesgo de atrapamiento y daño para las personas al inundar las vías de evacuación. Los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos limitan los efectos negativos del humo y los gases tóxicos producidos en los incendios. Además, facilitan la evacuación y favorecen la intervención de los profesionales.